El control de precios que ejerce la gestión kirhnerista tiene mayor impacto en Capital Federal que en el resto de la República Argentina, ya que los índices que el INDEC publica mensualmente son extraídos fundamentalmente de Buenos Aires, donde los comerciantes se ven más presionados, que en otros lugares del país, a respetar los precios máximos de productos y servicios acordados con el Gobierno.
No obstante, el economista Rogelio Frigerio, hijo del periodista y político que llevó el mismo nombre y que fue figura clave de la Unión Cívica Radical Intransigente y del Movimiento de Integración y Desarrollo, asegura que el índice de inflación en Buenos Aires es mayor al que el INDEC sostiene y que, incluso, sería similar al del resto de las provincias. Sin embargo, y a pesar de denunciar el manejo del índice realizado desde el oficialismo, plantea que la situación económica no es tan grave como la de otras épocas inflacionarias que vivió el país.
En cambio, Luís Secco, licenciado en economía de la Universidad Nacional de La Plata, advierte que la situación es mucho más complicada de lo que parece y plantea que Argentina necesita de un plan de acción, ideado por el Gobierno, que se ejecute cuanto antes, para palear al "monstruo" que constituye la inflación.
La inflación reduce el poder de compra de la gente y lastima el motor de crecimiento, por lo que la mejora de la economía también será menor.
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