miércoles, 19 de septiembre de 2007

El jugador número 12

Cristian Faraoni, dirigió Unión y Belgrano el lunes en Santa Fe, mientras que el sanjuanino Pablo Giménez hizo lo propio en el choque entre Independiente Rivadavia de Mendoza e Instituto en la provincia cuyana. Ni el plantel de "La Gloria", ni el del "El Pirata" se fueron conformes con los jueces que controlaron sus respectivos encuentros.

En el partido disputado en cancha de Unión, la jugada más controvertida se produjo cuando todo Belgrano reclamó que el defensor “tatengue”, Fernando Fontana, interceptó con su mano el remate del volante celeste, Federico García. Incluso el juez de línea llamó al árbitro principal aclarando que la infracción existió y que debía expulsar al defensor.

Pero Faraoni no hizo caso a la recomendación del “línea”, alegando que no vio la mano y que por ello no la podía sancionar. No obstante, el reglamento estipula que en casos como éstos, el juez principal debe confiar en la palabra del asistente quien cuenta con una visión más clara de las jugadas cercanas al área.

Es cierto que Belgrano dispuso de muchas oportunidades de gol que no pudo aprovechar y que eso no es culpa del árbitro…pero fallas como éstas (casi “amateurs”) no deben permitirse en la segunda categoría más importante de nuestro fútbol y menos aún, premiar a Faraoni con la posibilidad de dirigir Huracán-Colón la próxima fecha -un partido de primera división-.
En el partido de Instituto, hubo aún más jugadas polémicas que en el de Belgrano. En el primer tiempo dos defensores de Independiente Rivadavia le hicieron “sándwichito” a Luciano Álvarez dentro del área y Giménez no cobró nada. Luego, tras un largo pase de Buján, el mismo Álvarez definió cruzado a media altura estableciendo el 1 a 0 para “La Gloria”, pero el gol fue anulado por supuesto “offside”, siendo que el delantero estaba al menos un metro habilitado.

En la segunda mitad, la jugada del empate del equipo mendocino fue dudosa, ya que dio la sensación de que Pablo Nieva, defensor de Instituto, recibió un empujón y terminó chocando al arquero Jorge Carranza quien perdió la pelota dejando el arco a merced del equipo local. Además, sobre el final Independiente de Mendoza marcó un gol que debió ser convalidado pero el arbitró también ignoró.

Instituto y Belgrano merecieron ganar sus respectivos partidos este fin de semana y el factor decisivo que impidió este cometido, fue que ambos no supieron plasmar en la red las ocasiones y el dominio territorial que tuvieron dentro del campo de juego. Eso si…los rivales esta vez jugaban con 12... uno de ellos vestido de negro.

Fotos: http://www.gpfc.org.uk
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